Mi Padre
Calzando viejas pantuflas,
Recostado en su sillón,
Recuerdo a papá leyendo
Proverbios de Salomón.
Ya la nieve de los años
Pintan su pelo de gris
Igualando su matiz
De comprensión y ternura.
El peso de la experiencia,
Dobla su esbelta figura;
Mas no importa, no hay ninguna
Persona igual que mi padre.
Forjó toda su simiente
Con la firmeza del roble,
Las brillantes de una estrella
Y la sencillez de un pobre.
“Y si has de estrechar la mano
Hazlo con mucha firmeza
Que sepan que han encontrado
Un amigo, y un hermano.
En cambio, si es una dama
La que su diestra te ofrece
Trátala con sutileza
Y el respeto que merece
Que tu palabra sea cierta
Y tu pensar limpio y claro.
Que tu rodilla se doble
Tan solo al Dios soberano”.
Como me siento orgulloso
De haber tenido ese padre.
Cómo me hubiera gustado
Que estuviese aquí a mi lado.